EL MUNDO SIN NOSOTROS

"El mundo sin nosotros" es un libro escrito por Alan Weisman que nos muestra las consecuencias del maltrato a la tierra.

El ser humano es la única especie que atenta sobre el planeta de forma consciente. Este libro me parece muy interesante y digno de leer porque no solo se limita a explicar su posición personal o subjetivamente, lo maravilloso del libro se encuentra en las explicaciones científicas de nuestro existir en la tierra.
Con un prólogo muy interesante y lleno el lector se siente obligado de continuar la lectura.
Siempre me imaginé como sería el mundo si las personas no existieran, la verdad es un panorama que no es tan doloroso si vemos el daño que hacen las personas al medio ambiente.
El consumismo, la lucha por poder y la acumulación de dinero son factores que afectaron a las personas y toda vida sobre la tierra. Debemos ponernos a pensar cual es el beneficio real de que las personas habiten la tierra.
Por otro lado, sin nosotros en este planeta, la vegetación tomaría todo el planeta como suyo pero no les quedaría a los animales otra solución que evolucionar por la ley del mas fuerte.
Nadie se limitaría a observar, retratar y admirar la belleza que envuelve cada rincón del planeta. Si bien el hombre es el responsable de causar la mayor destrucción ambiental, también es responsable de crear lo bello o lo feo y diferenciar lo bueno de lo malo.
La profunda admiración a la naturaleza, el cuidado a la naturaleza, la domesticación, el reciclaje y el acondicionamiento también son prácticas humanas que cambian el mundo.

LA TECNOLOGÍA Y LA VIDA

En la conferencia de la Dra. Gloria Naranjo, se platicó de un tema muy sensible a la posición de cada uno tiene sobre la vida y la moral. El tema en el que giraba la discusión fue la Bioética.

La Bioética como disciplina, que se encarga de estudiar la conducta humana en ámbitos como la salud y ciencias de la vida, tiene principios bastante lógicos y morales sobre el respeto a la vida en el avance tecnológico.

Estos principios son muy interesantes si pudieran ser aplicados a la vida y a la medicina en general. Si se lograra algo así se evitarían problemas tan desconcertantes como la negligencia médica que cada cierto tiempo causa malestar en la sociedad en general.

Personalmente yo creo que esta llamada "ética" debe tener una regulación y a la vez admitir que querer aplicar un término tan filosófico y subjetivo, no siempre es lo correcto o lo que necesita el mundo. Con esto me refiero a que lo que yo considero bueno no es necesariamente lo mismo para ti o para cualquier otro. El bien y el mal no existe, son solo ideologías inculcadas por nuestro contexto cultural que evitan la anarquía en la sociedad en sí. Las culturas y creencias cambian de una persona a otra.

Acotando a esto yo sé que debería haber en toda disciplina un regulador que evite desastres como los campos de concentración, las guerras raciales y religiosas, pero considero que la ética es una posición demasiado subjetiva como para evitarlo.

En cuanto comenzó la charla, automáticamente me vino a la mente los discursos religiosos que siempre recibo de mi tía cristiana. Sé que la bioética no es ni cristiana ni laica, pero esto de querer mandar en los pensamientos de los demás es algo muy propio de la religión.

Espero no se me malentienda, la exposición de la doctora fue brillante, muy amena, muy divertida y realmente conocedora del tema. Lo que me preocupa es lo de condenar a otros sin considerar su contexto o su historia, sus creencias o formas de ver la vida.

En la exposición se tocó el tema del nacismo y la "horrible persona" que decía que los judíos no tenían alma, que no son personas. No es que defienda a Hitler pero creo que satanizarlo es sencillamente la salida fácil. No se puede justificar el asesinato de millones de personas por parte de militares nazis con un simple "seguían ordenes". Ese es el problema de que las personas no tengan criterio para escoger por sí mismos lo que está bien o mal y seguir a los demás. Ellos también seguían una ideología colectiva como la misma de cualquier iglesia.

El experimento Millgram corrobora mi posición. Una persona se siente menos responsable de sus acciones al tener una autoridad que se lo ordene, es decir, nos gusta echar la culpa a otros por más que nuestras acciones tengan toda la "intención, gusto y gana".

Por otro lado, uno de los puntos que más me llamó la atención fue la de definir en que punto exactamente comienza la vida. Pienso de forma muy imperativa que llamar "homicidio" a hechos como la eutanasia o el aborto es algo precario y cerrado, es un empujón a la evolución tecnológica que nos permitió ver la vida mejor y también un retroceso de los derechos de las mujeres.

Es muy fácil defender a dos células que están evolucionando y nunca haber visitado un orfanato o ver el abandono y maltrato de primera mano. Las semillas también son potenciales plantas pero nadie considera que está comiendo plantas al comerlas. Condenar es siempre mucho más facil que comprender y juzgar es fácil cuando uno no está, ni nunca estuvo ahí. Como siempre, vuelvo a mi idea de que no existe el absoluto en la vida (solo en la matemática, pero, ya saben, no es real)

Yo creo firmemente que basta en no lastimar a ningún ser vivo que se encuentre en la tierra, eso incluye animales y plantas, para ser feliz. No puedes tratar de manipular o siquiera entender lo que la gente hace, pero si nos basáramos en este simple principio de respeto viviríamos en un mundo mejor.

LOS ENCUENTROS NO SIGNIFICAN MUERTE

El "Descubrimiento de América", a mi parecer, no debería ser llamado "descubrimiento". No somos una raza extraña, o alguna clase ser que era desconocido y quería ser encontrado. Éramos humanos con los mismos derechos y características, que simplemente vivían lejos y eran diferentes.

Mucha gente empezó a llamar a esta situación "Encuentro de dos mundos", pero la sencilla lógica en esto es que si hubiese sido un "encuentro", nadie tendría porque morir o salir el herido. El dato nos dice que el 75% de los nativos en América fueron asesinados en menos de 100 años de la llegada española.

Algo con lo que tampoco me siento de acuerdo es en celebrar una fecha así. No es un día alegre, ni mucho menos algo para celebrar. Si lo hiciéramos, estaríamos celebrando la muerte y el genocidio de millones de personas, personas que eran nuestros antepasados.

A pesar de esta situación contradictoria, si vemos la situación de manera más general, esto no es tampoco algo soprendente. El ser humano, se caracterizó siempre por el miedo a lo distinto. Siempre pensamos en que la manera en que vemos el mundo es la única manera que existe, o en el peor de los casos, la única correcta.
Muchos alegan que sin la llegada de los españoles no seríamos lo que somos ahora, pero en realidad, yo creo que ellos no serían lo que son ahora. Las grandes cantidades de minerales, metales preciosos y riquezas fueron robadas del continente para dar a Europa el poder económico y político que lo caracterizó en la época moderna.

UN VIAJE EN EL TIEMPO: "¿QUIÉN MATO A LA LLAMITA BLANCA?"

Sin dar mucho énfasis en el argumento de la película, quiero mas bien hacer un análisis sobre lo importante que es para un pueblo como el nuestro apoyar el cine nacional. No se trata de gustos. Dejando de lado lo que nos puede o no interesar, el cine como en el teatro nos transmite una forma de ver la vida. Mediante esta película pude evidenciar la forma en la que los bolivianos se veían así mismos en ese tiempo.

Esta película me gustó mucho, fue como dar un salto en el tiempo. No solo por la riqueza cultural que se muestra sino también por la riqueza visual de los paisajes e indumentarias usadas es que me permitió adentrarme sin ningún problema en el trama y la época. Cada personaje fue muy bien trabajado y resulta agradable visualmente los accesorios y vestimentas que utilizaron para su desarrollo. Se pudo evidenciar la investigación previa y el interés que tenían en que cada traje y gesto sea propio de cada individuo. Esto evidenció su interés por lograr una película que sea reflejo de una sociedad y por lo mínimo, una parodia

A pesar de que tengo muy poca memoria sobre la situación política del país en esa época, fue muy divertido recordar todo lo poco que sabía. Me resultó muy divertido el mirar atrás y ver como la época ha cambiado, a pesar de tener cosas muy distintas como políticas de Gobierno, ideologías y hasta el mismo nombre de nuestro país; algunas cosas no cambian, como la cultura de la fiesta, la corrupción y hasta los ilícitos.

Los términos y frases típicas a las que resaltaban me resultaron demasiado entretenidas ya que son cosas que aún se dicen o hacen. Lo que me pareció muy malo y distrayente fueron los subtítulos, fue como si en toda la película mi cerebro haría el esfuerzo de leer, traducir y comparar con lo que escuchaba para acercarme a lo que querían expresar pero nunca se completaba a cabalidad (creo que el idioma inglés es más pobre que el nuestro). Si a este trabajo neuronal le aumentamos el trabajo que hacía para leer algunos términos que pasaban por la pantalla, ¡fue casi como un corto circuito para mi mente!

Asimismo dentro de muchas partes sentí que era muy difícil de procesar la información que se te daba, y es porque sencillamente el castellano que manejamos es único en su tipo. Estoy segura que para algún extranjero fue muy difícil de entenderla y captar cada esencia de significado en la jerga que se maneja. Por lo que si uno no se encuentra adentrado en la cultura boliviana, esta película más que divertida, puede parecer confusa.

Por último debo felicitar el humor sarcástico que se utilizó para su desarrollo porque personalmente es el humor que más me gusta. Las referencias culturales hacia personajes como García Marquez me encantaron y todos los efectos tipo comic no me parecieron por demás porque le dieron un toque especial al film.

"WARA-WARA" JOYA DEL CINE BOLIVIANO

Considerada como la primera película boliviana, "Wara-Wara" es una joya del cine en nuestro país que data de 1930. En su argumento se relata la historia de un amor imposible al más clásico estilo de "Pocahontas" o cualquier cuento de hadas.

La historia comienza dándole contexto a la cultura en la que vivían la princesa Wara Wara y su familia. Tras una fiesta se conoce la profesía de un cambio grande en su vida, y el espectador intuye la colonización española. Los españoles llegan y se da una lucha contra los indígenas que deja muchos muertos y heridos, entre ellos la familia de Wara Wara.

En este enfrentamiento la princesa queda huérfana y antes de que también pierda la vida, el Gran Sacerdote de su comunidad logra salvarla escapando por cavernas entre las montañas. 

Pasa el tiempo y entre los sobrevivientes se arma una rebelión que alimenta el odio hacia los españoles. Un día Wara Wara sale a buscar fuego (creo) para su ritual y es ahí donde se topa con un grupo de españoles. La descubren y la persiguen porque buscan abusar de ella.

El capitán Tristín es el único que se opone y tras salir herido defendiendo la vida de la princesa, es auxiliado por Wara Wara y su comunidad. A pesar de que al principio querían matarlo, la princesa se queda a su lado cuidándolo y de ello nace un amor que es imposible.

El trama recae en la confusión de la princesa de ser fiel a su comunidad o a su amor por Tristín. Entre esos problemas, son descubiertos por la rebelión indígena y condenados por traición son abandonados ambos en una fosa sin nada de comer o beber.

Afortunadamente el amigo de Wara Wara los auxilia con ayuda de los españoles y los rescatan para luego enfrentarse por última vez a la rebelión indígena. Derrotados, solo les queda aceptar el amor que la princesa y el español se profesan.

La historia termina con un triunfo del amor.

Esta película es realmente hermosa si se analiza desde cualquier lado, la riqueza visual y de efectos especiales es increible considerando que fue la primera película de nuestro país.

Quizá lo más rescatable es la producción que estuvo detrás de ella para rescatar y ponerla de nuevo en la pantalla grande. Esta película estuvo en restauración por aproximadamente 10 años en los cuales un equipo de profesionales se dedicó a rescatar la película toma por toma y armar como un gran rompecabezas.

Después de ver la película en el cine, tuvimos la fortuna de contar con dos expertos que estuvieron detrás de toda la investigación y reparación de la película, Verónica Córdoba y Fernando Vargas. 

Explicaron que para reparar una película de esta época, de la que solo quedaban restos y tomas sueltas, tuvieron que hacer toda una investigación previa sobre el contexto en el que se hizo la película, el contexto que vivía el autor, sus influencias, sus inspiraciones, materiales y fuentes.

Otro proceso muy distinto y a la par de importante, fue la reconstrucción de los rollos de película de nitrato que pasaron por largos procesos químicos para preservar su calidad de imagen y poder copiarlos a un formato de acetato.

Esta película, no solo representa una época antigua de Bolivia, sino que también nos muestra lo que el trabajo arduo y la dedicación profesional boliviana pueden lograr. Esta cinta es un ejemplo de dedicación y perseverancia. El director por actuar, dirigir y desafiar el tiempo en su película y también el equipo que pudo resucitar una película guardada en un baúl.

Esta película boliviana, merece ser vista por todos y valorada como la joya que es.