Este cambio en el pensamiento, obligó a que se formara la idea de "propiedad privada" y con ella un orden social. Las personas necesitaban sentirse dueños del lugar donde habitaban, por lo que al nacer la idea de "propiedad" causó muchas peleas y revuelos en todas partes porque no habían límites claros. Para poner orden a esta nueva realidad se creó otra realidad imaginada que era de la "justicia" y "ley", pero ¿qué es una realidad imaginada?
En el libro de Yuval Noah Harari: "Sapiens, de animales a dioses" define estas relaidades u "ordenes imaginados" como normas sociales que no se basan en instintos o relaciones, sino en mitos compartidos por las personas. Estos mitos o creencias compartidas sustentan la realidad en la que vivimos. Para que esto suceda es importante resaltar que mucha gente debe creerlos de verdad y con ello dejan de ser mitos y se vuelven casi "hechos" aceptados socialmente.
El autor hace una analogía a que estas realidades son como muros de una prisión, no solo no nos deja ver más allá y nos encierra, sino que aunque escapemos, nunca podremos librarnos en realidad de estas "realidades" por los siguientes motivos:
El orden imaginado está incrustado en el mundo material.
El orden imaginado modela nuestros deseos.
Los anhelos que tenemos se adecuan a la realidad imaginada a la que vivimos inmersos, en realidad esos deseos no son propios de la persona, son solo la manipulación social de los mitos estructurados. Es por eso que antes de que el consumismo sea una corriente tan fuerte, nadie soñaba con comprarse autos último modelo o tener un yate para llenar su vacio existencial, las personas consideraban que la felicidad era la familia o la salud.
El orden imaginado es intersubjetivo
Este orden imaginado existe en la imaginación de miles de personas, no depende solo de una para cambiar. La ley, el dinero, los dioses, los derechos y naciones son algunos de ellas.
Este orden no se puede destruir, solo cambiar y vivimos tan inmersos en esta realidad que nunca seremos realmente libres
En el momento en el que te das cuenta que las construcciones sociales te determinan como persona, que nada existe por si solo y que en realidad estas mismas construcciones evitan que la sociedad colapse; no puedes evitar odiar y amar a estas realidades. Odiarlas porque te das cuenta que somos simplemente títeres de algo mucho mas grande que nosotros que esta dominado por generalmente por los beneficiarios. No podemos vivir con ellas y aceptarlas sin evitar el querer cambiarlas, pero tampoco podemos vivir sin ellas viendo nuestro mundo arder... Solo nos queda ampliar la mente e iluminar a los demás. Por lo pronto aquí unas críticas visuales.



