“Linchar” es la acción que tiene una multitud enfurecida, de
golpear violentamente contra un presunto criminal que aún no ha pasado por un
juicio. Cabe recalcar que todos los criminales son inocentes hasta que se
demuestre lo contrario. Generalmente en los casos donde una persona pierda la vida, suelen haber imputaciones ya que se respeta ante todo la vida humana.En Bolivia la situación es algo distinta ya que el marco legal de la CPE se contempla el “Deslinde Jurisdiccional”. Este anteproyecto reconoce la justicia comunitaria a las 36 culturas indígenas de Bolivia. A pesar de que se trató de eliminar el linchamiento, como forma de justicia comunitaria, en la mayoría de las comunidades indígenas, no se tuvo un resultado real ya que hasta el día de hoy se siguen tomando estas medidas como castigo contra supuestos delincuentes.
El reconocimiento de la justicia comunitaria en la CPE, tuvo como objetivo mejorar las lagunas judiciales en el país dejando que las propias comunidades sean las que castigan a los delincuentes de la manera que consideren apropiada, según su cultura. De esta manera se reconocía la herencia de la etnia y se evitaba de alguna manera que estas personas que desconocia el proceder jurídico puedan también resolver sus problemas encontrando su "justicia".
El linchar es dañar y hasta matar a una persona por el delito que no se sabe con certeza que lo cometió. Muchas veces ha pasado que con las investigaciones correspondientes las víctimas llegan a ser los "delincuentes" que fueron asesinados injustamente porque se parecían al sospechoso, porque fueron confundidos o finalmente acusados con mala intención con fines personales.
Sin embargo estas injusticias nunca son solucionadas ya que las comunidades guardan un silencio rotundo donde todo el pueblo es cómplice. Parte del pensamiento comunitario es asumir la culpa en conjunto para que nadie tenga un castigo y guardar silencio o asumir las conscuencias de delatar, esto hace que el encontrar a la persona que empezó con el linchamiento una tarea casi imposible.
El concepto de justicia que tenemos en el país es uno de los mayores problemas y para mí el causante de todos estos malentendidos y atropellos a la dignidad humana. Lamentablemente en nuestro país vivimos en la incertidumbre respecto al procesamiento de los casos legales. Muchas veces los casos que son denunciados en la policía nunca llegan a tiempo, los reos no reciben el juicio, a la falta de pruebas hace que los culpables sean liberados y como se dice en el medio “hay que pagar para que te hagan caso”.
Estas falencias de la ley lograron que las personas pierdan la fe respecto a la justicia y el país se hunda en un abismo donde domina el más fuerte (retrocedimos en el tiempo)
Como si esto no fuera suficiente, debemos señalar que la justicia no es plurinacional como el país dice serlo. Si asumimos que tenemos un país con 36 etnias reconocidas, cada uno con su propio idioma y forma de ver la vida, debería estar traducido en estos 36 idiomas, por lo mínimo, la Constitución Política del Estado.
Si seguimos esta lógica, deberíamos garantizar que los derechos y deberes sean entendidos en todos los idiomas y etnias para que la justicia ordinaria en nuestro país tenga el mismo alcance para todos. Algo que no sucede.
Si no entendemos los problemas a fondo solo lograremos dar soluciones superficiales que no sean efectivas en el tiempo. El linchamiento como forma de "justicia rápida" en nuestro país es un problema con muchisimos ápices que necesita replantearse desde el imaginario de las personas y quizá en algunos años recién veamos resultados más civilizados.
Para demostrar que esta justicia de "ojo por ojo" no es solo un problema nacional, les dejo con un movimiento argentino que precisamente busca también eliminar esta práctica en su país.
Si no entendemos los problemas a fondo solo lograremos dar soluciones superficiales que no sean efectivas en el tiempo. El linchamiento como forma de "justicia rápida" en nuestro país es un problema con muchisimos ápices que necesita replantearse desde el imaginario de las personas y quizá en algunos años recién veamos resultados más civilizados.
Para demostrar que esta justicia de "ojo por ojo" no es solo un problema nacional, les dejo con un movimiento argentino que precisamente busca también eliminar esta práctica en su país.

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